Hace algún par de semanas fui de paseo con unas amigas. Caminábamos y me topé con esta imagen que me llamó la atención: la tierra desertificada. He visto esto un sin fin de veces, pero nunca en persona. Me agaché a tocar la tierra y me impresionó el proceso de desertificacación, literalmente la tierra se va "rompiendo" capa por capa; me imaginé una analogía con la piel humana y su dermis, hipodermis y epidermis. Suena muy "panchero" pero en realidad me puse un poco triste.Pensar que nos estamos acabando, no sólo el agua sino la tierra, y ni siquiera nos inmutamos me parece inhumano. ¿Qué otro animal destruye su propio hogar? ilógico ¿no? pero sí, a si somos los seres humanos.
Buscando información, investigué el por qué, el proceso por el que atraviesa la tierra para llegar a ese estado, pero como [casi] socióloga me interesó más investigar los factores sociales y políticos que contribuyen a esta desertificación, y todo parece recaer en las políticas públicas, y por supuesto la poca cultura de respeto y cuidado al medio ambiente.
"Las políticas que conducen al uso no sostenible de los recursos y a la carencia de la infraestructura de apoyo contribuyen en gran medida a la degradación de la tierra. A la inversa, esto transforma a las políticas públicas y a la infraestructura física en puntos útiles para la intervención. Así, la agricultura puede desempeñar un papel positivo o negativo, dependiendo de cómo se maneje [...] las instituciones locales, tales como los órganos de toma de decisiones relativas al uso de la tierra basados en la comunidad y las redes sociales; pueden contribuir a prevenir la desertificación permitiendo que los usuarios de la tierra manejen y utilicen los servicios de los ecosistemas con más eficacia a través de un mayor acceso a la tierra, al capital, a la mano de obra y a la tecnología".
Son temas que cuesta entender pues a la sociedad no nos ha caído el 20 de la dimensión del problema que enfrentamos. Como no afecta a nuestro entorno inmediato lo vemos lejano o sin la importancia que merece. "Al cabo a mí en qué me afecta" ¿no?. Pero ya estamos viendo los estragos de nuestra actitud predatoria: comida sin nutrientes pero rica en fertilizantes, sismos que sacuden y destruyen las ciudades, entornos con más construcciones urbanas y con menos naturaleza, animales entrando a las ciudades por falta de habitat, etc. o simple y sencillamente: caminatas dominicales con menos paisajes verdes y sí con más imágenes como las que les muestro aquí.
Pensemos al respecto.
~Diana Luna.
*Fuente: Ecosystems & Human Well-being: Desertification Synthesis.
*Fotografía del Sauzal.
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